"Yo caminé por la última senda, allí donde el Cielo cae sobre la Tierra. Yo nací del invierno, y el invierno murió en mi pecho. Mi espada derramó la sangre de cientos de hombres, de caballeros con armaduras esplendorosas y también de mujeres desarmadas y de niños de pecho. Yo rendí las fortalezas más orgullosas, y mi mano acabó con los reyes más grandiosos y con el más cruel de los tiranos. Nunca sentí el miedo, ni tembló mi brazo antes de asestar un golpe.
Y ahora la Noche regresa a mi alma... Y la angustia me apresa entre sus garras.
Si hay algo más allá... ¿qué va a ser de mí? Temo Su juicio. Temo Su perdón."
Anexo III- El Poema de los Cuevos- "De las memorias del último caballero"- By me
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jolin, chemon(ah no que nos falta el -mon xd)cuanta cosas ere y ahs hecho no???tienes que contame mas acerca de tu vida oculta xdxd
ResponderEliminarel resto peus como siempre¬¬ me canso de decirte oh que chulo, y en lugar de eso te digo OH A VER CUANDO LA ACABAS!!
:D
No hay acción cometida que no pueda ser exculpada. El problema, es que muchas veces, terminamos con la vida de la única persona que podría perdonarnos.
ResponderEliminarDesde luego, es interesante que alguien que ha saboreado la batalla, tenga miedo a la muerte... o al juicio final por perder o ganar su alma.
Un saludo.
Es más fácil no teme a la muerte en una batalla, cuando no tienes tiempo para ello, que en el lecho de un enfermo, cuando ves su cara a cada instante...
ResponderEliminarAhí supongo, que sí que estoy de acuerdo. Después de todo, podemos enfrentarnos a Dios o al Diablo, pero no podemos luchar chotra el tiempo.
ResponderEliminarUn saludo!